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sábado, 26 de enero de 2013

Autor fetiche: Haruki Murakami




Elegir un autor favorito es muy complicado, por no decir casi imposible. Tengo autores que me encantan pero seguramente si me obligaran a elegir uno seria Haruki Murakami.
Mi primer contacto con Murakami fue con Tokio Blues y a pesar de que no me mato vi que el autor tenía algo, que a pesar haberme leído el libro me había perdido algo así que le di otra oportunidad y me leí Kafka en la orilla. Y ya estuvo hecho. Caí a sus pies. Desde ahí en adelante mi relación con Murakami ha sido de fidelidad total y he adquirido todas sus obras publicadas en español, que a fecha de hoy creo que son casi todas, quedando solo unas dos o tres pendientes de publicación, las cuales espero que con el tiempo acaben llegando, aunque debo reconocer que soy más fan de sus trabajos actuales.
Para mí su mejor obra es hasta la fecha Kafka en la Orilla.
Sin embargo debo ser sincera, tengo todos sus libros publicados pero no los he leído aun todos. ¿La razón? Bueno, Murakami no es joven, y algún día me quedare sin él, así que aunque sea por un breve espacio de tiempo en mi vida, decidí racionarme sus libros. Si, así como suena, después de la vorágine devoradora que tuve me dio miedo quedarme sin más libro s para leer de él y así tengo almacenados algunos en la estantería esperando el momento oportuno para leérmelos, para que Murakami, me dure más!



 

Toru Watanabe, un ejecutivo de 37 años, escucha casualmente mientras aterriza en un aeropuerto europeo una vieja canción de los Beatles, y la música le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de finales de los sesenta. Toru recuerda, con una mezcla de melancolía y desasosiego, a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor –y único– amigo de la adolescencia, Kizuki. El suicidio de éste les distancia durante un año hasta que se reencuentran en la universidad. Inician allí una relación íntima; sin embargo, la frágil salud mental de Naoko se resiente y la internan en un centro de reposo. Al poco, Toru se enamora de Midori, una joven activa y resuelta. Indeciso, sumido en dudas y temores, experimenta el deslumbramiento y el desengaño allá donde todo parece cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte. La situación, para él, para los tres, se ha vuelto insostenible; ninguno parece capaz de alcanzar el delicado equilibrio entre las esperanzas juveniles y la necesidad de encontrar un lugar en el mundo.
Tokio Blues fue su primera obra que leí. Me dejo un extraño  sabor de boca. No me acabo de gustar, pero tampoco me pareció mala. Aun hoy sigo diciendo que para mí, a pesar de su éxito es su libro más flojo.  Aun así vi la película el año pasado, que en contra de la mayoría de las opiniones no me pareció tan mala, aunque sí es cierto, que le faltaba un poco la chispa del libro. A raíz de ahí me han entrado ganas de releer el libro, porque como ya he dicho me dio la impresión de que había perdido algo bueno.
 
 
Kafka Tamura se va de casa el día en que cumple quince años. La razón, si es que la hay, son las malas relaciones con su padre, un escultor famoso convencido de que su hijo habrá de repetir el aciago sino del Edipo de la tragedia clásica, y la sensación de vacío producida por la ausencia de su madre y su hermana, a quienes apenas recuerda porque también se marcharon de casa cuando era muy pequeño. El azar, o el destino, le llevarán al sur del país, a Takamatsu, donde encontrará refugio en una peculiar biblioteca y conocerá a una misteriosa mujer mayor, tan mayor que podría ser su madre, llamada Saeki.
Si sobre la vida de Kafka se cierne la tragedia,sobre la de Satoru Nakata ya se ha abatido,de niño, durante la segunda guerra mundial, sufrió un extraño accidente que lo marcaría de por vida.
 
Kafka en la Orilla. Mi favorita. Una obra de arte para mi gusto. Me he estado comiendo la cabeza con este libro durante años. Nunca tendré claro del todo si he llegado a entenderlo o no, pero disfrutas tanto de su lectura que no se si eso al final importa o no. Otro libro que estoy segura que volveré a releer en mi vida y más de una vez, y un libro que si me obligaran a hacer una lista de favoritos sin duda estaría en ella.
 
 
Mari ha perdido el último tren de vuelta a casa y piensa pasar la noche leyendo en el restaurante mientras su hermana Eri duerme. De pronto, Kaoru, la encargada de un hotel por horas, solicita su ayuda. Mari habla chino y una prostituta de esa nacionalidad ha sido brutalmente agredida por un cliente. En la habitación donde Eri sigue sumida en una dulce inconsciencia, el televisor cobra vida y poco a poco empieza a distinguirse en la pantalla una imagen turbadora: una amplia sala amueblada con una única silla en la que está sentado un hombre vestido de negro. Lo más inquietante es que el televisor no está enchufado...
 
After Dark. Otro de mis favoritos. A mí me encanto. Sé que mucha gente lo crítico por ser “solo una noche” en la vida de algunos personajes pero a mí me gusto muchísimo. Si es cierto que te quedas con ganas de saber más sobre los personajes pero eso forma parte de la magia del libro.
 

 
Hajime es un hombre moderadamente feliz, casado, padre de dos niñas y dueño de un club de jazz, cuando se reencuentra con Shimamoto, una vieja amiga de la infancia y la adolescencia de la que no había vuelto a tener noticias. Ambos, hijos únicos, habían compartido aficiones y secretos en la escuela primaria, y ahora, varios años después, se sienten atraídos sin remedio.Hajime, obesionado, parece dispuesto a dejarlo todo por ella...
 
Al sur de la frontera y al oeste del sol. También me gusto mucho pero no simpatice tanto con la historia y personalmente creo que es debido a la edad en la que me lo leí. Creo que este libro está enfocado hacia personas que rondan la cuarentena, o que la han superado y pueden echar la vista atrás, cuando cumpla los cuarenta me lo releeré y sé que veré cosas que no vi antes.



Tooru Okada, un joven japonés que acaba de dejar voluntariamente su trabajo en un bufete de abogados, recibe un buen día la llamada anónima de una mujer. A partir de ese momento la vida de Tooru, que había transcurrido por los cauces de la más absoluta normalidad, empieza a sufrir una extraña transformación. A su alrededor van apareciendo personajes cada vez más extraños, y la realidad, o lo real, va degradándose hasta convertirse en algo fantasmagórico. La percepción del mundo se vuelve mágica, los sueños son realidad y, poco a poco, Tooru Okada deberá resolver los conflictos que, sin sospecharlo siquiera, ha arrastrado a lo largo de toda su vida.
 
Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. Largo. Muy largo y sin embargo un libro en el que apenas ocurre nada y todo es un trasfondo de personajes curiosos, misterios y el descenso a las profundidades de uno mismo. Un libro complicado pero otra maravilla de Murakami. Este  libro también me acompaño durante mucho tiempo porque aun hoy hay cosas que estoy segura de que se me escapan. Y como dato curioso debo decir que mi personaje favorito de la historia no hablaba… ni veías sus sentimientos. En otras palabras, gran Murakami capaz de enamorarme de un personaje que  no se expresa en toda la obra.  Este libro me dejo marcada con algunas de sus historias internas.

 
Perdidos en la inmensa metrópoli de Tokio, tres personas se buscan desesperadamente intentando romper el eterno viaje circular de la soledad; un viaje parecido al del satélite ruso Sputnik, donde la perra Laika giraba alrededor de la Tierra y dirigía su atónita mirada hacia el espacio infinito. El narrador, un joven profesor de primaria, está enamorado de Sumire, a quien conoció en la universidad. Pero Sumire tiene una única obsesión: ser novelista; además se considera la última rebelde, viste como un muchacho, fuma como un carretero y rechaza toda convención moral. Un buen día, Sumire conoce a Myû en una boda, una mujer casada de mediana edad tan hermosa como enigmática, y se enamora apasionadamente de ella. Myû contrata a Sumire como secretaria y juntas emprenden un viaje de negocios por Europa que tendrá un enigmático final.
 
Sputnik mi amor. Otro de sus libros menos oníricos y sin embargo con ese toque surrealista difícil de entender. Tierno, muy tierno. Una historia de amor no correspondido con un final duro y entristecedor.


 
En los veinticuatro relatos que componen este volumen, Murakami introduce elementos fantásticos y oníricos, mezcla con calculada ambigüedad el sueño y la vigilia, se sirve de referentes como el jazz o permite que los cuervos hablen, pero, sobre todo, crea personajes inolvidables, enfrentados al dolor o al amor, o vulnerables y necesitados de afecto. Basta un detalle nimio para que algunos de esos personajes se suman en la melancolía tras atisbar de pronto el lado oscuro que ocultan los actos cotidianos.
 
Sauce ciego, mujer dormida, recopilación de historias cortas, quizás muy recomendables como primer acercamiento al autor.
 
 
En 1982, tras dejar el local de jazz que regentaba y decidir que, en adelante, se dedicaría exclusivamente a escribir, Haruki Murakami comenzó también a correr. Al año siguiente correría en solitario el trayecto que separa Atenas de Maratón, su bautizo en esta carrera
clásica. Ahora, ya con numerosos libros publicados con gran éxito en todo el mundo, y después de participar en muchas pruebas de larga distancia en diferentes ciudades y parajes, Murakami reflexiona sobre la influencia que este deporte ha ejercido en su vida y en su obra. Mientras habla de sus duros entrenamientos diarios y su afán de superación, de su pasión por la música o de los lugares adonde viaja, va dibujándose la idea de que, para Murakami, escribir y correr se han convertido en una actitud vital.
 
De que hablo cuando hablo de correr. Especie extraña de autobiografía deportiva  y aunque parezca increíble me encanto! Incluso te dan ganas de salir a correr! Muy bueno y un acercamiento a la persona, a Murakami, que es un personaje de lo más interesante.
 
 
El narrador, un desencantado treintañero, tiene una pequeña agencia de publicidad y traducciones. En una de sus campañas publicitarias ha publicado una fotografía aparentemente sin importancia: un rebaño de ovejas con un idílico fondo de montañas nevadas, y entre ellas, un carnero. Pero esta imagen banal pondrá al protagonista en el punto de mira de un poderosísimo grupo industrial.
 
La caza del carnero salvaje. Me lo voy a leer este año.

 
En marzo de 1983, el joven protagonista de esta novela, redactor freelance todoterreno, después de pasar días sombríos, siente la necesidad de volver a ciertos escenarios de su vida para ajustar cuentas con el pasado. Viaja a Sapporo con la intención de alojarse en el Hotel Delfín, donde años atrás pasó una semana con una misteriosa mujer que, de manera inesperada, desapareció de su lado. A su llegada descubre que han derribado el hotel y que en su lugar se alza otro, moderno y lujoso, pero su estancia allí propicia la aparición de personajes envueltos en un aura de irrealidad: una guapa recepcionista que ha vivido experiencias inverosímiles, una adolescente dotada de una aguda sensibilidad, o un antiguo compañero de colegio, ahora actor de éxito, que lo meterá en graves aprietos. Asesinatos, viajes a Hawai, pasajes a otros mundos y fiestas se suceden al ritmo de la música que suena en la radio de su destartalado Subaru. Lo cierto es que, como afirma un enigmático personaje, todo está conectado. Porque sólo se regresa al Hotel Delfín para poder empezar de nuevo.
 
Baila, Baila, Baila. Publicado en España en el 2012, me lo compre el mismo día que salió a la venta. También tengo intención de leérmelo este año, después del carnero.


Dos historias paralelas se desarrollan en escenarios de nombre evocador: una transcurre en el llamado «fin del mundo», una misteriosa ciudad amurallada; la otra, en un Tokio de un futuro quizá no muy lejano, un frío y despiadado país de las maravillas. En la primera, el narrador y protagonista, anónimo, se ve privado de su sombra, poco a poco también de sus recuerdos, e impelido a leer sueños entre unos habitantes de extrañas carencias anímicas y unicornios cuyo pelaje se torna dorado en invierno. En la segunda historia, el protagonista es un informático de gustos refinados que trabaja en una turbia institución gubernamental, enfrentada a otra organización no menos siniestra en una guerra por el control de la información; sus servicios son requeridos por un inquietante científico que juguetea con la manipulación de la conciencia y de la mente y vive aislado en la red de alcantarillado, una red poblada por los tinieblos, tenebrosas criaturas carnívoras.
 
El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas. Lo reservo, porque sé que me encantara, me lo guardo para una ocasión especial.

 
 
En japonés, la letra q y el número 9 son homófonos, los dos se pronuncian kyū, de manera que 1Q84 es, sin serlo, 1984, una fecha de ecos orwellianos. Esa variación refleja la alteración del mundo en que viven los personajes de esta novela: Aomame, instructora de gimnasia, y Tengo, profesor de matemáticas. Pero ambos son más de lo que parecen: la bella Aomame es una asesina; Tengo, un aspirante a escritor al que han encargado la corrección de una enigmática obra.
 
1Q84 Espero que Murakami escriba muchos más libros después de este pero por si acaso lo tendré en la estantería esperando, cuando sepa que llegara una novela posterior a esta en España me lo leeré ;)


Lo mejor de Murakami sin lugar a dudas es su narración, disfrutas de leer lo que ha escrito aunque no te este diciendo nada. Lo peor, va con la eterna pregunta, ¿esto tiene sentido? Es el gran dilema con Murakami, saber si lo que ha escrito tiene sentido o no, yo soy de las que piensas que si, que detrás de todos esos momentos oníricos el autor intenta decirnos algo y me paso meses planteándome preguntas sobre sus libros, pero esa, también es una forma de disfrutarlos mas, ¿verdad?

4 comentarios:

  1. No he leido nada de Murakami y no se si atreverme alguna vez con alguno.

    Un saludo ;-)

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    1. Dale una oportunidad Neftis! Prueba con after dark! Es corto y tiene las dos vertientes del autor, es real y onirico.

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  2. Sí, señor. Que hables de Murakami es una maravilla. Me encanta tu entrada sobre este autor, que para mí también es mi favorito, sin lugar a dudas. Aunque pueda haber muchos otros, pero él, es único.

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    1. Si, Murakami es unico! Me alegro que tambien te guste!!

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