La pesca del salmon en Yemen
Paul Torday
Autoconclusivo
Nª de paginas: 320
Editorial: Salamandra
La anodina carrera del doctor Alfred Jones transcurre sin sobresaltos en el Centro Nacional para el Fomento de la Piscicultura, donde ha cimentado su reputación en un trabajo pionero sobre la reproducción de los moluscos. Sin embargo, todo cambia el día que su jefe le pide evaluar un extraño proyecto: introducir el salmón en Yemen. Racional de los pies a la cabeza, Fred no duda un instante en desestimarlo tajantemente, ignorando que detrás de la peculiar idea está Mohamed ben Zaidi bani Tihama, un acaudalado jeque empeñado en exportar el purificador arte de la pesca con mosca a las montañas del norte de Yemen. La situación se complica cuando el disparatado proyecto capta la atención de un ambicioso asesor del primer ministro, que descubre una excelente oportunidad para mejorar la imagen del Reino Unido en Oriente Medio y de paso proyectar su futuro político. De pronto, los implacables engranajes del poder se ponen en marcha y el doctor Jones se ve obligado a reconsiderar su dictamen inicial, colaborar con la joven y atractiva representante del jeque y lanzarse a una aventura con un final digno de la mejor novela de intriga.
No conocía a
Paul Torday, de hecho nunca había oído hablar de esta novela, si la he conocido
ha sido gracias a la película, que si la vi, y a pesar de sonar superficial,
fue porque el papel de Alfred Jones estaba interpretado por Ewan
McGregor.
La película me
gusto y por eso decidí darle una oportunidad al libro.
Bien, todo
parte con la idea absurda de crear un rio artificial para introducir los
salmones en yemen para la pesca.
El proyecto, muy complicado y prácticamente
imposible representa un acto de fe y superación humanos que harán que Alfred
haga un camino de auto descubrimiento de su propia persona.
La narración
es peculiar y la historia está contada a través de mails, entrevistas, cartas, biografías,
el diario personal de Alfred...
La política también
juega un papel importante en la novela y se juzga con frialdad es sistema político
de un país y repercusiones mediáticas así como la influencia del poder en los
ciudadanos de a pie.
Además el
autor se concede el merito de incluir, algo de amor, un poco de acción y
sobretodo mucha devoción hacia la pesca. Todo envuelto en un tono cómico e irónico.
A pesar de
tener todos estos elementos la lectura en algunos momentos se puede hacer un
tanto aburrida, pero lo cierto es que recupera el ritmo rápidamente.
Quizás debido
a que había visto la película tenía una idea preconcebida, pero el final de la
novela y del film son completamente diferentes, por no decir opuestos y cuando
acabe el libro se me quedo la cara de alucinada, de "¿porque? No me lo
esperaba así" Y ese final tan crudo y cruel me ha hecho quedarme con una sensación
agria y ha bajado mi opinión respecto al libro. No es el primer libro que acaba
mal, y no digo que los finales no felices no sean ni buenos, ni necesarios,
pero no me esperaba ese toque tan cruel en esta novela, y creo que por eso me
ha decepcionado un poco.
En conclusión,
no me atrevería a recomendar este libro, es una lectura diferente y su narración
peculiar hace que no te enganches ni a su estilo, ni tampoco a ningún personaje
( que al que mas se conoce es a Alfred y es un poco apático), es una lectura
que a pesar de ese toque cómico e irónico me ha dejado un poco fría. Si, he
visto el camino de la superación, he visto el mensaje de fondo y todos los
pequeños elementos para darle emoción, sin embargo, no me han llegado y se ha
quedado en un lectura que no recordare especialmente.
Pues vaya, con las ganas que le teníamos, aún así me lo querré leer, eh? En cuanto me acabe el filosófico del mal te lo pido ;D
ResponderEliminarNo lo tenia entre las futuras lecturas y por ahora queda descartado. Si a un caso vere la pelicula si soy capaz de aguantar despierta lo que dure.
ResponderEliminarSaludos
Neftis
Yo creo que si la aguantaras, es cortita y rapidita!
EliminarJejejejej saaabía que ibas a comentar lo del final!!! =)
ResponderEliminarBesotes